viernes, 14 de junio de 2013

MUCHAS AMAPOLAS BREVES

Y de repente la tierra, en pocos días,
se va abriendo silenciosa y dúctil
en vastas humaredas de sangre fértil
que provoca una inesperada sonrisa
donde millones de labios adornan
cada amanecer la llanura mansa de Castilla.
Labios que podan lo malo de los vientos
últimos de la primavera.
Labios que ansían sueños húmedos de pasión.

Pero es todo tan breve
que cuando me despierto
parece que pudo haber sido.