MUCHAS AMAPOLAS BREVES
Y de repente la tierra, en pocos días,
se va abriendo silenciosa y dúctil
en vastas humaredas de sangre fértil
que provoca una inesperada sonrisa
donde millones de labios adornan
cada amanecer la llanura mansa de Castilla.
Labios que podan lo malo de los vientos
últimos de la primavera.
Labios que ansían sueños húmedos de pasión.
Pero es todo tan breve
que cuando me despierto
parece que pudo haber sido.
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Buenas noches admirado poeta, visito tu morada para darte las gracias siempre a ti por concedernos el privilegio de ser testigos de la belleza de tus versos.
ResponderEliminarPues en verdad que yo no soy merecedora de ellas, pues lo único que hice fue poner mi pequeño grano de arena para aquel que visitara mi morada hacerle saber vuestro bello recital de poemas.
Miles de besinos de esta admiradora que te desea feliz domingo.