lunes, 31 de mayo de 2021

UN CLÁSICO DE MIHURA PARA LEVANTAR EL ÁNIMO

     TEATRO


Trébol Teatro Ateneo ayuda a levantar el ánimo del personal con esta comedia de enredo y sonrisas, “A media los tres”, un clásico de nuestro teatro, escrita por Miguel Mihura en 1953 y estrenada ese mismo año en el Teatro de la Comedia, de Madrid. Mihura es un comediante de eterna presencia en la escena patria, cuyas obras se reponen cada pocos años con diferentes criterios y variadas compañías. Lo que es bien cierto, es que buena del mejor elenco de actores y actrices de nuestro país han protagonizado esta obra de alta comedia, que bucea con sorna, sarcasmo e ironía sobre las relaciones de pareja. Entretenido texto que levanta sonrisas y llevó al éxito, junto a obras hermanas, al madrileño Mihura, fallecido en 1977 a los 72 años y referente esencial del teatro español.

 La compañía, ligada al Ateneo de Salamanca, Trébol Teatro Ateneo, sube con acierto a las tablas esta comedia que el espectador ve con agrado porque si no se deja decaer el pulso de la acción, entretiene y mucho. Trébol Teatro consigue hacerlo con equilibrio y ritmo escénico en los actos, y excelente energía y disposición de los actores.

 Paz Lleras es la actriz que lleva la parte más compleja pues ha de hacer cuatro personajes distintos, lo que conlleva un ejercicio de variabilidad y caracterización de contrastes admirable. Lleras consigue navegar con aplomo, enjundia y no poca gracia en la dispar dinámica de sus personajes.

 La displicencia, la elegancia y corte de galán de Luis Gutiérrez en escena, parecen estar hechas a medida de su personaje, absorto, instalado y cómodo de Sebastián, un hombre de irresistible atractivo para las mujeres, asunto que él afronta con aparente desidia y apatía.

Alfredo es el tipo que se las da de conquistador y conocedor de la psiquis femenina. Un tipo que se conduce entregado a las fórmulas más trilladas de ligar con el sexo opuesto, redicho y presumido, un punto creído, por encima de sus posibilidades, cuya existencia de funcionario es aburrida y falta de expectativas. Ligar chicas es su ilusión más cercana, pero en el fondo resultan ser experiencias fallidas y frustrantes.

 Aun así, y dentro ya de la función propiamente dicha, el tercer acto tiene momentos conmovedores entre Alfredo y Lulú.

 Toño Blázquez solventa la papeleta con energía, viveza y convincentes dosis de humor. La dirección técnica de Toñi Hernández, sin mácula.

 La excelente condición para el teatro del auditorio de la Biblioteca Torrente Ballester hizo lucir, más si cabe, esta obra. Los espectadores, que ocupaban el aforo, unas cien personas, aplaudieron con generosidad en pie al final de la representación.