Das la vuelta, otra vez, a tantas fotos,
y remiras con la cara triste y tensa
porque el nudo en la garganta son ignotos
o cercanos deseos…el alma piensa.
Aunque reinen espúreos desvaríos
e ignorantes prediquen otros males
es el toro quien resuelve tantos líos
y tiñe de animal los animales.
Tú, torero de fibrosa arquitectura,
tú, infante soñador de luz vestido,
tendrás de nuevo la esperanza viva
si deseas coger vuelo y altura
en un arte lujoso y sometido
a una magia fugaz definitiva.
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